En compañia de mi...

Hoy es mi cuarta noche,
me siento extraña...
Hacía tanto tiempo ya que no sucedia..
al principio lo resentí,
no es lo mismo saber que alguien está para escucharte
si acaso necesitas,
que tener presente que sólo puedes charlar con las paredes
para que transmitan tu voz hasta tus propios oidos.

Me tranquiliza, me relaja, honestamente lo extraba...

estos momentos tranquilos y llenos de mi..
En los que logro escuchar mis pensamientos,
mi pulso parece hacer vibrar los vidrios de las ventanas..
mi respiración provoca nubarrones y tormentas..
el leve golpeteo de mis dedos genera terremotos...
las sensaciones hacen cimbrar la escalera.

Así de mágnifico y esplendido esta mi yo..
LIBRE...correcto... sin juicios...

Son los momentos en los que puedo estar
literalmente desnuda por las habitaciones de la casa...

y lanzar un grito seguido de un silencio cósmico...

por ahora somos

el correo en la papelera..
el pergamino arrugado de la postal cursi,
los audífonos del regalo de navidad, ahora descompuesto.
el café de la esquina con las risas tácitas.
La plaza con decenas de escaparates donde te reflejabas,
Reforma… del Ángel a la Torre Mayor,
el elevador con las frases secretas que se perciben como ecos…
el sexto piso… la sala de abogados…
las casas con fachadas relucientes de las interminables caminatas,
la palabra indiscreta en el lugar incorrecto,
el pisa papeles inerte del escritorio,
la canción lacia que te persigue,
el sabor de la comida que compartiste…
la impresión de tu piel eriza…
la foto de tu cabeza recargada en la almohada…
el aroma de la piel después de la ducha...

tan sólo una evocación de nuestro amor…